jueves, 8 de septiembre de 2011

Han dicho de la reforma...

"La reforma de la Constitución para incluir el principio de estabilidad presupuestaria y fijar el límite del déficit de todas las administraciones públicas es la expresión de la voluntad del Estado de seguir avanzando en el proceso de construcción de la Unión Europea. Puesto que no es posible todavía una Constitución Europea, hay que homogeneizar al menos las Constituciones de los distintos países en un tema tan decisivo como este".
Javier Pérez Royo, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valladolid

"¿Quién puede, pues, legítimamente reformar una Constitución democrática? Si la Constitución no es otra cosa que la voluntad del poder constituyente, la respuesta a esta pregunta, desde el constitucionalismo democrático, no puede ser otra: sólo el pueblo puede modificar legítimamente su Constitución. Lo contrario es negar la naturaleza de la legitimidad del sistema democrático en el que creemos vivir"
Ruben Martínez Dalmau, profesor de derecho constitucional-universidad de Valencia

Los bancos españoles poseen el 52% de la deuda española. Reciben préstamos de dinero del Banco Central Europeo a intereses muy bajos (1%), y con este dinero compran bonos públicos del Estado español que les dan una rentabilidad de un 6%. Es difícil diseñar un sistema que sea más favorable para los ricos y para sus bancos. Y mientras se hacen superricos, piden a la ciudadanía que se apriete el cinturón bajo la excusa de que “no hay alternativa”. Y los mayores medios le dicen a la población que la “presión de los mercados financieros” (la frase más utilizada en la cultura dominante del país) obliga al Estado español a seguir políticas públicas enormemente impopulares, presentándolas como necesarias e inevitables.
Vicenç Navarro,  catedrático de políticas públicas, universidad Pompeu Fabra

"¿Qué adelantaría un país con tener estabilidad presupuestaria si al mismo tiempo carece del capital social y de las estructuras –físicas, educativas, sanitarias, sociales, culturales, relacionales o empresariales…- que son imprescindibles para que sus empresarios puedan crear riqueza y sus ciudadanos adquirir el imprescindible capital humano y el bienestar adecuado?"
Juan Torres López, catedrático de economía aplicada de la Univesidad de Sevilla

(En referencia a la política económica europea): "Parece claro, que achicar el agua con copas de champagne no funciona. Se necesita un Gobierno económico, un presupuesto común, una cierta armonización fiscal, obligaciones comunes y un plan de choque para empezar a crecer. Si no se hace así, lo más probable es que asistamos a una división de la zona euro en dos, de un lado, los países que tienen cuentas en el exterior saneadas (Alemania, Países Bajos, Austria y Finlandia) de otro los países deficitarios: los sospechosos habituales y, probablemente, Francia. Eso supondría acabar con el proyecto europeo, un final que no interesa a nadie porque hasta los países que tienen sus cuentas más saneadas verían drásticamente mermadas sus exportaciones por la sobrevaloración de sus divisas y con su mercado natural, el europeo, gravemente debilitado. Eso sin contar con que los países europeos, aisladamente considerados, no tendrían peso alguno en los organismos internacionales que son los que deciden en este mundo globalizado."
José Manuel García-Margallo, vicepresidente de la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo

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