lunes, 19 de septiembre de 2011

Han dicho...sobre el impuesto de patrimonio

Remiendos fiscales
(referido al impuesto de patrimonio). “Recuperarlo está bien en todo caso pero eso es una cosa y otra que de esa manera se vayan a conseguir avances sustanciales en la justicia fiscal y en la progresividad de nuestro sistema impositivo.
Esto último se consigue actuando sobre el conjunto de los impuestos y no solo sobre uno en particular y, sobre todo, evitando que haya personas o fuentes de ingreso o riqueza que puedan eludirlos con la facilidad con que ahora lo hacen.
El impuesto sobre la renta de las personas físicas, que es el más progresivo, deja prácticamente de serlo precisamente cuando se trata de las rentas más altas. Estas ahorran mucho más y como los tipos sobre el ahorro son mucho más bajos que los del trabajo, resulta que así se ven extraordinariamente favorecidas.
(…) Si de verdad se quiere avanzar hacia una mayor justicia fiscal, lo que hace falta es menos demagogia sobre el pago de los ricos en un impuesto prácticamente irrelevante y evitar las vías de injusticia y regresión distributiva que hacen que las rentas más altas disfruten de tantas posibilidades para evitar el pago de impuestos en las mismas condiciones que el resto de la sociedad.”
Juan Torres López, catedrático de economía aplicada de la Universidad de Sevilla

Reinstauración desordenada del impuesto de patrimonio
“Se puede defender, con toda la razón, que sería más justo buscar recursos en las riquezas y rentas que eluden el pago de impuestos -de forma ilegal y legal-, y también gravar las grandes fortunas, como han anunciado otros países. Sin embargo, ese debate no invalida que las familias que acumulen un patrimonio de más de dos millones de euros netos, que es la cantidad que sale una vez aplicados los mínimos, hagan una aportación adicional al fisco en un momento de grave estrechez en las cuentas públicas.”
El periódico de Extremadura. Editorial

El impuesto sobre el patrimonio
“En opinión de buena parte de los expertos fiscales, penaliza a aquellos ciudadanos que han optado por el ahorro, tan necesario para una economía como la española, comporta en muchos casos una doble imposición y, además, tiene una escasa capacidad recaudatoria. Paradójicamente, los más castigados por este tributo no son las grandes fortunas, sino las clases medias. Por todo ello, en Europa sólo lo mantienen cuatro países y, por las mismas razones, el presidente Zapatero eliminó este gravamen en el año 2007, con efectos a partir del 1 de enero del 2008, después de que ya lo hubieran hecho muchas de las comunidades autónomas a las que estaba cedido. Por tanto, como hemos dicho, la decisión de reactivarlo ahora sólo puede obedecer a pura táctica electoralista para intentar satisfacer a un sector de los votantes socialistas, molesto con la reciente reforma de la Constitución que establece el equilibrio presupuestario, mientras se infunde desconfianza e inseguridad jurídica en el resto de los contribuyentes.”
(…)La intención adicional de gravar a las grandes fortunas que subyace detrás de la decisión de reactivar el impuesto sobre el patrimonio, al igual que ha hecho Francia y también lo intenta Italia, es asimismo más voluntariosa que efectiva. En realidad, a cambio de una relativamente escasa recaudación se propicia una eventual evasión fiscal, con efectos mucho más negativos para la economía del país en cuestión que los beneficios que se pretenden obtener.
La Vanguardia.  Editorial

Las fortunas españolas no son tan generosas
"El tema de una tributación especial para ricos esconde otro debate más profundo, que es el nivel de la presión fiscal que es necesario tener para gozar de los servicios públicos de calidad como los de Alemania u Holanda, por ejemplo. España siempre ha sido un país con un gran fraude y una presión fiscal baja. Y eso da una sensación de que el grueso de la carga cae sobre la clase media, que está injustamente distribuida, y que los más ricos poseen mecanismos de evasión a su alcance",
Josep Oliver Alonso, catedrático de Economía Aplicada de la UAB.
 (...)
“En España, el problema no es tanto que los ricos paguen poco, sino que oficialmente casi no hay ricos. Según los últimos datos disponibles de la Agencia Tributaria con el balance de la Declaración del IRPF de 2009, únicamente 6.829 contribuyentes declararon ganar más de 601.000 euros (tramo superior) ese año, lo que supone solo un 0,035% del total de declaraciones (19.315.353). Una cifra tan baja de sueldos millonarios es poco creíble si se compara con otros estudios y estadísticas. Baste decir que solo el número de miembros de la alta dirección de las 35 compañías del Ibex ascendía a 513 y su retribución media fue de 754.000 euros.”
Ramón Muñoz.  El País, 16/09/2011

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